top of page

La Parábola “Padre que da cosas buenas a sus hijos

16

REFERENCIA BÍBLICA:

 

“¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:9-11)

“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:11-13)

 

INTRODUCCION: Las parábolas son un conjunto de narraciones de breve extensión que se atribuyen a Jesucristo y que promueven la enseñanza de contenidos morales. A través de comparaciones y similitudes con personajes y relatos ficticios para mostrar grandes verdades relacionadas a nuestra cotidianidad y convicciones.

 

En ésta enseñanza, se hace referencia a dos padres con hijos. Un padre terrenal que aunque es malo ofrece cosas buenas a sus hijos y un Padre Celestial que ofrece aún más bendición por ser Omnisciente.  Dios nos conoce y sabe que nos gusta pedir y nos compara con un hijo que pide pan y pescado, lo cual es similar a lo que Jesús mismo le pidió a Él para alimentar al pueblo, pidió dos cosas importantes y buenas, así mismo, nuestro Padre Celestial se las concedió. Pero, ¿qué hay si nosotros decidiéramos pedir una piedra o una serpiente?, nuestro PADRE CELESTIAL que es SABIO, es Perfecto, NUNCA falla y nos quiere bendecir NO nos va a conceder una petición que afectará nuestra vida negativamente. (Proverbios 10:22)  

 

Cristo nos está mostrando el corazón de Dios el Padre. Él no es egoísta, envidioso ni avaro. No tenemos que mendigar ni arrastrarnos cuando venimos con nuestras peticiones. Él es un Padre amante, que comprende, cuida y conforta, Si los humanos pueden ser bondadosos, imagine cuán bondadoso puede ser Dios, Creador de todo lo bueno” (Tomado de la Biblia de Estudio Diario Vivir V.11 TBDV). La reacción de Dios para nuestra acción de pedir será bendecirnos, siempre y cuando esté en su perfecta voluntad y lo que nos mueva a desear algo sea bueno y traiga bendición a nuestra vida y a otros.

 

En el relato de Lucas 11 del verso 11 en adelante también habla de un padre bueno que aunque es imperfecto quiere dar cosas buenas a sus hijos, lo que indica que nuestro Padre que está en los cielos nos dará cosas aún mayores e incomparables a las terrenales como ya ha sucedido.

 

  • Cuando somos pecadores EL MAYOR REGALO ES JESUCRISTO (Juan 3:16)

  • Cuando somos cristianos EL MAYOR REGALO ES EL ESPIRITU SANTO

 

El Espíritu Santo de la promesa es quien nos da testimonio de Jesucristo. (Juan 15:26). Y nosotros damos testimonio de que somos hijos de Dios cuando los frutos del Espíritu son la muestra de la obra perfeccionadora del mismo Espíritu Santo en nosotros. (Gálatas 5:22-23) No es con nuestras fuerzas que lo lograremos, será con EL PODER del Espíritu Santo en nosotros. El Espíritu Santo es nuestro ayudador en la oración;

 

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Romano 8:26)

 

Las personas hacemos nuestras peticiones con un conocimiento muy limitado del futuro y de lo que realmente es mejor para nosotros. En consecuencia, surgen circunstancias que nos llevan a preguntarnos cómo debemos orar. Si lo único que sabemos decir es: Señor, ¿cuál es tu voluntad?”, el Espíritu Santo, que conoce los planes del Padre celestial para nosotros, le hablará a Él de nuestra necesidad.


 

Por esto para que nuestras peticiones sean agradables ante el Padre debemos procurar:

 

  • Tener una buena relación con nuestro Padre que está en los cielos (Confianza, Seguridad). (Hebreos 4:16)

  • Permitir que el Espíritu Santo guíe cada petición, decisión y acción en mi vida.

  • Estar bien con todos (Mateo 5:23-25, 1era Juan 4:20).

  • Ser persistentes. (“La persistencia en nuestra oración supera nuestra insensibilidad, no la de Dios. Practicar la persistencia es más que cambiar nuestro corazón, nos permite comprender y expresar la intensidad de nuestra necesidad. La oración persistente nos ayuda a ver la obra de Dios” (TBDV). Por supuesto esto no es una garantía de que cualquier oración que pudiéramos ofrecer tendrá éxito; Dios da sólo buenas dádivas, ¡que no siempre han de corresponder con nuestras ideas de lo que debiéramos tener!( Mateo 7:7-8)

 

Podemos concluir diciendo que reconocer a Jesucristo como nuestro único Salvador ha sido, es y será recibir el regalo más grande dado a la humanidad y aunado a esto, cuando ocurre el milagro del nuevo nacimiento nos convertimos en la morada del Espíritu Santo y una vez que recibimos Su poder estamos investidos para cumplir su obra en nuestra temporalidad en ésta tierra para Gloria del Dios Padre y el alcance de las almas cautivas, pues Nuestro Padre sólo busca bendecirnos cada día, con toda bendición del cielo y de la tierra y anhela que habitemos cada día en su presencia.

Jeremías 2911 “ Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el Señor ‘planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza” (NBLH)

¡Dios te bendiga!                                                                                                                                                         Ministerio de Doctrina Escuela Dominical

bottom of page